Las redes sociales son plataformas relativamente fáciles de usar, pero con unas reglas propias que debemos conocer. No obstante, si somos una marca, debemos contar con una planificación en la que se recojan los objetivos de la presencia, las acciones a llevar a cabo y la forma de medirlos para mejorar. Pero hoy vamos a centrarnos en el funcionamiento de las herramientas, aquello que debemos hacer y lo que no debemos hacer.
¡Sí!
Cuidar nuestra comunidad
Una cosa es obsesionarse con los números y otra bien distinta no darles importancia. Cuanta mayor audiencia tengamos mejor será porque habrá más oportunidades de generar engagement y de hacer llegar lejos nuestros contenidos y además, algunas redes sociales como Twitter nos recomendarán como referencia en esta red social.
Lo que deber ser es seguidores de calidad, a los que prestemos atención, respondiendo y saludando cuando sea necesario.
¡No!
Conformarnos con pocos seguidores
Cuando un proyecto arranca, tiene mayores posibilidades de llamar la atención a otros perfiles. Por eso, suele ser en esas fechas cuando tenemos que concentrar muchos esfuerzos en conseguir seguidores. Antes de nada, debemos seguir (y pedir el follow) a todos los miembros del equipo, socios, proveedores, colaboradores o conocidos que tenga el proyecto, para después intentar acercarnos a gente del sector, publicaciones (que pueden ser buenos prescriptores) y también a usuarios interesados en esas temáticas.
Para ayudarnos en esta tarea, existen herramientas como Follower Bonk, que a raíz de una palabra clave, nos sugiere seguir a determinadas cuentas. Por otro lado, el sistema de sugerencia de redes sociales como Twitter funciona bien y puede ser utilizado en este cometido. Por último, en redes sociales como esta última, podemos hacer este proceso manualmente, introduciendo las palabras clave del sector en el buscador e identificando conversaciones y usuarios.
¡Sí!
Compartir contenidos interesantes
Como una marca, estamos en las redes sociales para dar a conocer nuestras novedades pero también para intentar crear vínculos con los lectores. Para ello, lo más importante es generar contenidos que les resulten útiles y atractivos,bien sea porque sean interesantes, alegres o aspiracionales, de modo que consideren nuestro perfil como algo necesario en sus vidas; que mejora de alguna forma su día a día.
Como ejemplo, una empresa de organización de bodas puede compartir contenido acerca de este tipo de eventos, procedente de publicaciones de mujer, belleza o viajes, y generar de esta manera engagement con su comunidad.
¡No!
Hablar todo el rato sobre ti mismo
Aunque creamos que la red social es una plataforma para promocionarnos, la promoción es el fin y no el medio. Es decir, sí, no estamos por amor al arte, ni invertimos nuestro tiempo y nuestro dinero para lograr resultados, pero hay que tener cuidado con la forma. Si estamos todo el día hablando de nuestra marca, a no ser que sea de productos que prácticamente se venden solos, el usuario se aburrirá.
Por eso, hay que tener muy presente todo lo dicho en el anterior punto y ser siempre variado, además de analizar qué quieren nuestros usuarios, que son, no podemos olvidar, los realmente importante.
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